San Antonio

San Antonio

Os habréis fijado que la arena de San Antonio es diferente a, por ejemplo, la arena de Laga o Laida. Tiene muchos trozos de conchas y si váis sin calzado, pincha y se hace incómodo. Esto se debe a que San Antonio es una playa que no es playa. Sí, efectivamente, si asocia-mos playa a arena, San Antonio no fue playa hasta los vertidos de arena que se realizaron en el año 1984 a causa del dragado que se hizo en la ría. En los arenales naturales la erosión se da de forma más fluidas y así la arena que se forma es mucho más homogénea.

En origen, este lugar era una llanura intermareal fangosa (cubierta de agua en marea alta y descubierta en baja), principalmente compuesto de limo y arcilla. Estos sedimentos resultaban incómodos y pringosos para, por ejemplo, echar la toalla, por lo que se aprovechó la arena del dragado para darle un uso más confortable y que la gente pudiera disfrutar. De la mano de esta transformación de San Antonio llegó el impulso económico del entorno.

Entre las curiosidades que encontramos en San Antonio, además del islote de Sandindere cubierta por un bosque de encinar, hay una roca que aparece en la mitad de la playa conocida entre los locales como El Camello, por asemejarse a la forma de este animal. En realidad esa forma tiene una anécdota detrás que merece ser contada. En origen, de los dos montículos que forman El Camello, el de la izquierda mirando hacia el mar, era mucho más grande, de unos 4 m de altura. Pero en el año 1923, con la llegada de los niños a Las Colonias, su forma cambió. El hecho es que los niños, como es natural en ellos, se subían a la roca buscando aventuras, pero ese juego no era muy seguro y tampoco del agrado de los supervisores, así que estos resolvieron su temor a que se hicieran daño dinamitando la parte más alta de la roca y así es como se convirtió en El Camello.

Pero El Camello no es solo una roca con una anécdota detrás; tiene una historia geológica interesante de contar. Su color verdoso nos sugiere que tiene una procedencia distinta a las que la rodean y efectivamente, se trata de una roca subvolcánica del Triásico (hace más de 200 millones de años) y es mucho más vieja que el resto de rocas que la rodean. Se la conoce como Ofita por el aspecto de su superficie que recuerda la piel de algunos reptiles, esto es, de los ofidios. ¿Pero cómo es que una roca mucho más antigua que el resto predomina tanto en la superficies? De hecho no es excepción en Urdaibai. ¿Os suena la llamada Roca del Amor? Efectivamente, está en Laga y es otra Ofita.

Si queréis descubrir la naturaleza interesante formación geológica, os invitamos a pinchad aquí y explorar los Lugares de Interés Geológico de Urdaibai.