Hoy, día 5 de diciembre, celebramos el “Día Mundial del Suelo”, un desafío que concierne a todas las sociedades y culturas

Hoy, día 5 de diciembre, celebramos el “Día Mundial del Suelo”,  un desafío que concierne a todas las sociedades y culturas. Bajo el lema “Los suelos origen de los alimentos” la Organización de Naciones Unidas, precursora de este movimiento, pretende concienciar sobre la importancia de mantener unos ecosistemas sanos, imprescindibles para el bienestar humano, además de una nutrición y unas dietas óptimas, a la vez que se reivindica un manejo sostenible de los mismos.

 

Los suelos, fuente de conservación 

¿Sabía que el 95% de nuestros alimentos provienen del suelo? Y es que los suelos que cultivamos son parte de gran cantidad de alimentos que nos llevamos a la boca, y son fuente necesaria para conservar la fauna terrestre. Mediante esta campaña internacional se busca pasar a la acción y empatizar con aquellos que soportan la peor parte de estas amenazas.

 

Microorganismos, minerales y materia orgánica

¿Sabías que hay más organismos vivos en una cucharada de suelo que personas en el planeta? En el suelo terrestre, bajo los pies del ser humano hay un mundo compuesto de microorganismos, minerales y materia orgánica que proporciona alimentos necesarios a humanos y animales a través del crecimiento de diversa flora.

 

Gestión adecuada y equilibrada de los suelos

Al igual que los seres vivos, los suelos necesitan un aporte equilibrado y variado de nutrientes en cantidades apropiadas para que estos entornos sean saludables. Cuando dichos cultivos se cosechan para obtener los alimentos, estos nutrientes que acabamos de mencionar desaparecen del suelo. Por ello, es tremendamente necesario realizar un seguimiento y una gestión adecuada de los suelos, para poder revitalizarlos y que las plantas que vuelvan a crecer en un futuro cercano sean igual de óptimas nutricionalmente que las anteriormente cosechadas. Si los suelos se gestionan de manera sostenible, la producción de alimentos podría aumentar hasta en un 58%.

 

Pérdida de nutrientes y degradación de los suelos

La pérdida de nutrientes de los distintos suelos del planeta, es una de las principales amenazas de la nutrición, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad de nuestra biodiversidad. De los 18 elementos químicos esenciales para las plantas, 15 proceden del suelo. Para ser exactos en los últimos 70 años, el nivel de vitaminas y nutrientes de los alimentos ha disminuido de manera considerable. Por lo que los científicos estiman que más de 2.000 millones de personas a lo largo de todo el mundo padecen deficiencia de micronutrientes, más conocida con el término de “hambre oculta”,  fenómeno que es muy difícil de detectar.

 

Origen de numerosos problemas

La degradación y falta de nutrientes genera que la tierra tenga más dificultad y capacidad para producir alimentos, causando numerosos problemas como el hambre, la pobreza o la desnutrición. Por otro lado, si nos vamos al polo opuesto, es decir,  si existe una concentración de nutrientes desorbitada, la tierra crea un ambiente tóxico para las plantas y los animales, contamina el medio ambiente, además de fomentar el cambio climático.

 

¿Qué podemos hacer en nuestro día a día? 

  1. La limpieza de residuos del mar y playas es fundamental, además de las campañas de limpieza de nuestros montes y bosques. Visita  la iniciativa Zero Plastiko Urdaibai y ¡únete al cambio!
  2. El reciclaje y depositar residuos en contenedores ayuda a mantener nuestros suelos limpios y protegidos de cualquier amenaza.
  3. Adquirir alimentos ecológicos y de proximidad también ayuda a los suelos del entorno, así como evitar desperdiciar productos, sobre todo si son tóxicos. Elige pequeñas y medianas empresas locales a la hora de hacer tu compra diaria porque puede ayudar también a conservar el medio ambiente, dado que las condiciones en las que fabrican sus productos es más ecológica y sostenible que la de las grandes cadenas y superficies.
  4. Utilizar bolsas de tela reutilizables, para así evitar el uso masivo de bolsas y recipientes de plásticos y cartón que acaban muchas veces en el suelo en forma de microplásticos.
  5. Evitar usar el coche y transportes contaminantes, y hacer uso tanto del transporte público, como de la bicicleta e incluso ir a los sitios caminando ayuda también a evitar la contaminación atmosférica, que acaba penetrando en los suelos a través de lluvia contaminada.